Me entusiasma contribuir a la comunidad de Mujeres en Finanzas, compartiendo algunas de las experiencias que han sido catalizadores de mi carrera profesional.
En esta primera reflexión quiero contarles sobre el esfuerzo titánico que me llevó a poder utilizar las tres iniciales poderosas: CFA (Chartered Financial Analyst), al lado de mi firma y su perfect timing en mi vida.
Lo primero que quiero contarles es que la historia comenzó hace una década. Conocía sobre esta gran certificación y el esfuerzo que implica conseguirla, pero fue en 2012 cuando estudiaba mi maestría y vinieron las personas del CFA a la escuela, que por primera vez tuve la intención de sacarlo. Y adivinen ¿qué? Me llevó 5 años más formalizar esa decisión y comenzar a estudiar en 2017 para terminar el proceso en 2021, o sea, otro lustro después.
A veces me pregunto si me tardé demasiado tiempo en ejecutar la decisión, pero siempre llegó a la conclusión de que, es muy probable que, en 2012 no estaba lista para ese reto. En esa época comenzaba un nuevo trabajo en BlackRock y francamente no me sentía dispuesta a sacrificar mi vida personal. No obstante, lo importante es que llegó 2017, y tome la decisión de inscribirme, impulsada por un gran amigo que fue mi mentor durante este proceso. Experimenté reprobar un nivel y la cancelación del examen, dos veces por pandemia y, aun así, lo logré.
Los quiero invitar a seguirse retando en su vida profesional y personal, pero sobre todo a no ser tan duros con ustedes mismos respecto a los tiempos. Atravesamos diferentes momentos en nuestra vida donde tal vez el enfoque puede variar. Es difícil balancear familia, trabajo, estudio, salud, deporte, etc. Y caemos en la trampa de culparnos por querer ser perfectos en todo y todo tiempo.
Hoy me estoy retando con mi primera carrera de 6km, para conseguir fondos para Mujeres en Finanzas en el financial running. ¡Te invito!
¡Tomate tu tiempo! ¡No dejes de seguir avanzando!