Q: ¿Cuáles consideras que son los principales obstáculos para lograr una mayor diversidad en el sector financiero en México y cómo se pueden superar?
A: El primer obstáculo que encontramos, o al menos yo lo encontré personalmente cuando llegué a México, era que no se entendía por qué era importante y para qué se tenía que hablar de diversidad de género. La manera en que nosotros comenzamos a gestionar y a lograr cambios verdaderos dentro de nuestra organización fue tomando decisiones que vinieran y se implementaran desde nuestro equipo directivo, porque lo que no ocurre en este nivel no se transmite al resto de la organización. Como principales obstáculos, era darle relevancia a estos asuntos, sobre todo cuando uno piensa que somos un banco y el objetivo más directo podría ser la producción, pero aquí lo importante es respaldar con hechos, datos, números y KPIs para mejorar nuestras prácticas y que todo esté basado en datos.
En el último estudio realizado por KPMG en 2022, se menciona que las empresas que tienen equipos más diversos e inclusivos, incluso solo en el área directiva, tienen un 19% más de ingresos que la competencia. Las empresas que cuentan con equipos diversos también presentan una rentabilidad un 33% superior a la de su competencia, y al hablar de la representación de mujeres en comités directivos, también debemos tener en cuenta las limitaciones como el techo de cristal.
Al llegar con datos y demostrar todos estos resultados al momento de tomar decisiones, la historia cambia y la mentalidad comienza a cambiar aún más. Después de eso, es necesario poner manos a la obra con todo lo que se debe hacer.
Q: En tu experiencia, ¿cuál ha sido la estrategia más efectiva para fomentar una cultura inclusiva en el ámbito financiero y lograr que los empleados abracen la diversidad?
A: A veces pensamos en todo a diez mil pies de altura y no nos damos cuenta de que en el día a día, con acciones claras y concretas, es como se puede comenzar a transformar el sector. Para mí, lo más importante y el primer paso a tener en cuenta es cambiar el mindset de los colaboradores. Al final, no solo estamos hablando de personas que están sentadas en un banco o en el sector financiero, estamos hablando de familias completas. Por lo tanto, las estrategias que hemos encontrado más útiles para generar un cambio, al menos dentro de nuestra organización, son, en primer lugar, los KPIs. Aquí no nos referimos a cuotas, sino a números que nos permitan saber si hemos avanzado. Por ejemplo, a partir de VP Plus en adelante, tenemos una representación de mujeres del 23% que no teníamos antes. Es la primera vez desde 2019 que estamos cumpliendo nuestros KPIs.
Otra estrategia muy sencilla que comenzamos a implementar para la atracción de talento, y que nos ha funcionado bastante bien, es el CV sin etiquetas. Aquí nos referimos a talento, no a género, lugar de residencia o universidad de procedencia. Con esto, iniciamos nuestro primer reto hacia un cambio dentro de nuestros procesos de atracción de talento. Esto significa que recibimos currículums sin nombre, edad y código postal, solo la información sobre su talento y capacidades. Esto nos ha sido de mucha utilidad porque nos dimos cuenta de que muchas veces los currículums ni siquiera llegaban a nuestras mesas de reclutamiento debido a que al ver que eran mujeres, podrían descartarlos. Tener CVs sin etiquetas ha aumentado la cantidad de mujeres que se postulan y la probabilidad de que avancen a las siguientes etapas del proceso. Con esto, buscamos abrir la puerta a las mujeres para que puedan postularse y estar presentes.
Por último, contamos con un comité de diversidad. Haber creado esta iniciativa, con personas clave involucradas como nuestro CEO, nuestros presidentes y directores, ha tenido un impacto muy marcado. Dentro del comité, tenemos un área específica para mujeres. Es un apartado dedicado exclusivamente a las mujeres y tenemos iniciativas para, por ejemplo, capacitar a nuestros colaboradores, a sus propias familias y también a los clientes, especialmente en cuanto a los sesgos inconscientes. No buscamos eliminarlos, sino aprender a trabajar con ellos incluso cuando están presentes.
También tenemos nuestra iniciativa "Mujeres Win" para fomentar que las mujeres que ya colaboran con nosotros se postulen a puestos de mayor rango dentro de la misma empresa. Somos conscientes del techo de cristal, la falta de capacitación y la falta de confianza, por lo que trabajamos mucho en esto. Por ejemplo, ahora estamos colaborando con el Tecnológico de Monterrey para ofrecer un diplomado llamado "Liderazgo Consciente para la Mujer Ejecutiva". Esto permite que nuestras colaboradoras se formen y desarrollen sus habilidades para estar preparadas cuando deseen solicitar un puesto.
Q: ¿Qué consejo le darías a las mujeres que desean ingresar y tener éxito en el sector financiero en México?
A: Quiero hablar en general y dar un consejo para todas las mujeres, no solo para las financieras. En primer lugar, es importante que como mujeres realmente construyamos una comunidad. La sororidad de la que tanto hablamos debe convertirse en una realidad, debemos estar dispuestas a ayudar a otras mujeres a salir adelante en la medida de nuestras capacidades. En segundo lugar, es crucial que busquemos hombres aliados en la inclusión de género. Los necesitamos y esto no se trata de crear una guerra entre géneros, sino de comprender que tenemos diferencias y no deberíamos excluir a los hombres. Es importante identificar y colaborar con estos aliados, ya que muchas veces quieren apoyar pero no saben cómo hacerlo.
Por último, sin importar en qué sector nos encontremos o incluso si estamos en casa, depende de nosotras construir nuestro propio camino hacia el futuro que deseamos. No debemos esperar a que las oportunidades lleguen a nosotros, sino que debemos ser proactivas y tomar acciones para alcanzar nuestros objetivos.
Q: ¿Cuál es tu enfoque para promover la equidad de género en el sector financiero y cómo se refleja en las políticas y prácticas de Scotiabank?
A: Es muy sencillo, al final no se trata únicamente de un tema de género, sino de cómo potenciar y lograr la equidad. Vivimos en un mundo y en un país que nos brinda muchas oportunidades, y lo mínimo que debemos buscar es que esas oportunidades sean equitativas para todos. Aquí creo que el mensaje clave para todos es reflexionar sobre cómo realmente estamos trabajando para nuestro futuro. Independientemente del sector o empresa en el que nos encontremos, debemos construir nuestro propio camino con acciones claras, buscando un futuro libre y sin etiquetas. Si esto implica también saldar la deuda histórica que tenemos con las mujeres desde hace miles de años, mucho mejor.
En última instancia, se trata de pensar en el futuro que estamos dejando a nuestras hijas, hermanas, familia y compañeras, creando un futuro más inclusivo y cómodo para todos.
Con tu participación formaremos un sistema financiero equitativo.
